La Cámara de Diputados avaló y turnó al Senado de la República una iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que adiciona la aleación de acero recubierto de níquel, entre los componentes que se pueden elegir para la composición metálica de la parte central de la moneda de diez pesos.
Su finalidad es facilitar el contar con materiales alternativos que permitan reducir el costo del proceso de producción de tal moneda, sin modificar su apariencia en cuanto al diseño de sus grabados, ni alterar sus propiedades de forma, tamaño y las características de su canto.
Lo anterior, considerando la posibilidad de que se presenten variaciones en el precio de los metales que se utilizan actualmente para su fabricación, o que se desarrollen nuevas técnicas de producción que favorezcan la acuñación en determinado metal.
En este sentido, la reforma expone que en la industria de las monedas se han desarrollado nuevas tecnologías y materiales para acuñar signos monetarios a menores costos, sin menoscabar su durabilidad y que, a su vez, permiten hacer uso de nuevos elementos de seguridad, en particular de la firma electromagnética.
Además destaca la importancia de utilizar acero recubierto de níquel para producir los centros de las monedas de diez pesos, toda vez que se ha demostrado la factibilidad y conveniencia de ello.
¿Y tiene más ventajas? Según la reforma sí, como que las monedas de diez pesos acuñadas con dicho material podrán ser aceptadas en la mayoría de los equipos de pago automatizado y clasificadores de monedas, y su uso permitirá obtener ahorros importantes en los costos del proceso de producción de monedas, así como hacerlo más eficiente.




