El Senado de la República aprobó en lo general este jueves el proyecto de Ley de Agua, luego de una sesión en la que se retomaron los argumentos expuestos durante los días previos y que mantuvo enfrentados a los grupos parlamentarios.
La votación en el Pleno cerró con 85 votos a favor, 36 en contra y 0 abstenciones, con lo que se avaló el documento enviado desde la Cámara de Diputados.
La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, informó que se turnará esta ley para que se discuta en lo particular.
La decisión se dio después de que la mayoría parlamentaria respaldara procesar el dictamen bajo el carácter de “urgente resolución”, con el argumento de que el país arrastra desde 2013 la obligación de expedir una ley reglamentaria del artículo 4 constitucional.
Durante la discusión, el coordinador del PAN, Ricardo Anaya Cortés, reiteró que la reforma abre la puerta al control político del agua y afecta a productores y campesinos con concesiones. Recordó además que afuera del Congreso se concentraron manifestaciones de agricultores inconformes.
La mayoría desechó nuevamente los argumentos del PAN. Desde Morena, Adán Augusto López Hernández sostuvo que el proyecto no vulnera la propiedad privada ni busca concentrar decisiones en el Ejecutivo.
Recordó que el texto establece que “cuando se transmita el dominio de tierras vinculadas con un título de concesión para el uso del agua”, la nueva persona propietaria conservará los derechos de explotación bajo los términos del título original y que, posteriormente, la autoridad emitirá uno nuevo conforme a las características vigentes.
Con la aprobación en el Senado, el Congreso completa el proceso legislativo para establecer un nuevo marco jurídico en materia de agua, un pendiente que había permanecido sin resolución por más de una década.
