Las bancadas del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados reiteraron su rechazo a que esta semana se vote la reforma a la Ley de Aguas y exigieron posponer el proceso legislativo para abrir un diálogo real con los sectores involucrados, especialmente productores del campo.
Desde San Lázaro, el coordinador priista Rubén Moreira advirtió que los ajustes realizados al dictamen no solucionan los problemas de fondo y que la propuesta mantiene disposiciones que afectan directamente a quienes dependen del uso del agua para sus actividades productivas.
Por ello, pidió suspender tanto la discusión en comisiones como su eventual paso al pleno, al sostener que las correcciones aplicadas son mínimas y no modifican los puntos más controvertidos.
“No valen parches porque las cosas no van a salir bien con parches. Exigimos que se escuche a los productores, que no se estigmatice de ninguna manera. Que se trabaje con los productores y salga una ley de consenso. Nadie está en contra del derecho humano al agua, pero también está el derecho humano a la alimentación y eso tiene que quedar muy claro”, señaló.
Moreira recordó además que organizaciones campesinas han manifestado su preocupación sobre el artículo 22 del dictamen, que establece textualmente que “los derechos amparados en las concesiones y asignaciones no serán objeto de transmisión”, lo que impediría heredar o vender concesiones, una práctica clave para la sostenibilidad económica de muchas unidades productivas.
Acompañado por legisladores de su bancada y productores de distintos estados, el priista reiteró: “Pedimos, uno, que se suspenda la votación de mañana en la comisión y de pasado mañana en el pleno. Dos, pedimos que, si va a haber una legislación, se vuelva a empezar con los productores a trabajar ese tema, que no valen parches. ¿Por qué no valen parches?, porque las cosas no van a salir bien con esos parches”.
El PAN también se sumó al llamado. Los diputados Noemí Luna, Paulo Martínez y Marcelo Torres, entre otros, denunciaron que el dictamen continúa siendo deficiente pese a las más de 90 modificaciones realizadas en comisiones, entre cambios de redacción y ajustes de técnica legislativa.
Martínez calificó la propuesta como un documento improvisado y reiteró que excluye a sectores clave.
Añadió que “desde el PAN anunciamos que estaremos solicitando ante la comisión el aplazamiento de la discusión de este dictamen para poder encontrar los puntos de coincidencia con todos y cada uno de los diferentes sectores que están siendo afectados con esta iniciativa”.
Productores del campo —provenientes de Chihuahua, Baja California, Guanajuato y Aguascalientes— respaldaron a los legisladores de oposición. Durante el encuentro con diputados del PRI, advirtieron que la reforma afectaría no solo a agricultores, sino al conjunto de la población dependiente del sector primario.
Las bancadas opositoras recalcaron que no acompañarán la propuesta en los términos actuales y exigieron a Morena abrir un nuevo proceso de trabajo que incorpore de forma real las preocupaciones del sector productivo, municipios, organismos operadores e industria.



