La Cámara de Diputados aprobó este martes, por unanimidad de 467 votos, una reforma para prohibir que bancos y comercios emitan o envíen tarjetas de crédito o débito sin autorización expresa del usuario.
La modificación a la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros busca frenar una práctica que, de acuerdo con legisladores, afecta a millones de personas en el país.
La propuesta, impulsada por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal Ávila, fue considerada de urgente resolución y se aprobó sin pasar por comisiones. En tribuna, Monreal explicó que esta medida responde a un reclamo constante de los usuarios del sistema financiero:
“La cantidad de personas que tienen una tarjeta de crédito o una tarjeta de débito son cerca de los 40 millones. Muchas instituciones financieras envían tarjetas a los domicilios sin que las hayan solicitado. Luego, al paso del año, les cobran anualidades e incluso intereses moratorios por no pagar esa anualidad”, dijo.
Con la reforma, las instituciones financieras deberán obtener consentimiento previo y verificable antes de emitir cualquier plástico, además de establecer mecanismos claros para cancelar tarjetas no solicitadas sin costo ni consecuencias para el historial crediticio del cliente.
La iniciativa también prohíbe reportar al Buró de Crédito a quienes no activen o rechacen las tarjetas enviadas sin autorización. En caso de cobros indebidos, las entidades deberán reembolsar los montos en un máximo de cinco días hábiles.
El dictamen fue turnado al Senado de la República para su análisis y eventual aprobación. Desde la oposición, legisladores respaldaron la propuesta al señalar que “poner fin al envío de tarjetas no solicitadas es un paso necesario para proteger a los usuarios y fortalecer la confianza en el sistema financiero”.
Según datos de la Condusef, las reclamaciones por tarjetas no contratadas y cargos asociados a ellas se encuentran entre las principales quejas registradas por los usuarios en los últimos años.



