Un ‘tesoro’ de los priistas fue arrebatado, escondido y resguardado: una lona con la cara del expresidente Andrés Manuel López Obrador y personas cercanas a él, todos acusados de formar parte del ‘Cártel de Morena’.
Orgullosos de ella, desde muy temprano, los legisladores pertenecientes al Partido Revolucionario Institucional (PRI) colgaron dicha manta color guinda y se tomaron fotos con ella.
En plena sesión, unos a otros, como de costumbre, se lanzan acusaciones, defienden a sus amigos y atacan a sus enemigos. Todos ponen atención a los argumentos de los rivales políticos, pero cuando la mirada cambia de lugar los priistas descubren algo: la lona ya no está.
Se reúnen y se preguntan lo obvio “¿Dónde está?“, “¿Quién se la llevó?“, ”¿Qué vamos a hacer?“. La respuesta de esta última cuestión la tenía el líder del partido, Alejandro ‘Alito’ Moreno, quien instruyó a sus correligionarios en embarcarse en una búsqueda de aquel tesoro.
Subieron escaleras, usaron elevadores, recorrieron el recinto, se enfrentaron a guardias de gran tamaño, que resguardaban una puerta cerrada y al vencer, ahí estaba la lona, enrollada, oculta.
Como la unión hace la fuerza, entre todos la regresaron a su lugar, a lo alto del Senado. Una vez más se leen los nombres de AMLO, de su hijo Andy López, su exmano derecha Adán Augusto López, del exsecretario de este, el presunto criminal Hernán Bermúdez Requena, el secretario de Educación, Mario Delgado y más.
Los legisladores tricolor acusaron a los morenistas de haber tomado su ‘tesoro’ y no volvieron a confiar. Se quedaron ahí y la cuidaron, mientras tanto, la discusión seguía, Morena seguía con mayoría legislativa, pero ellos seguían con su lona, ahora, más segura que nunca.
