Congreso

CRÓNICA: Así llegaron a los golpes los legisladores en el Congreso

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Riña en el CongresoTodavía no retemblaba en su centro la tierra, cuando el priista tocó el pecho del morenista
(Especial)

“Mexicanos al grito de guerra” retumba en unísono en el Pleno del Senado de la República. Segundos después, los legisladores Alejandro ‘Alito’ Moreno y Gerardo Fernández de Noroña se toman muy enserio la letra del Himno Nacional y de un momento al otro se enfrentan a golpes, jalones y empujones. “Al rugir del cañón”.

La sesión de la Comisión Permanente ya se sentía acalorada desde que la también legisladora, pero del PAN, Lilly Téllez García, sacó de sus cabales a Noroña.

¡Quien se calla es usted, porque usted no manda en esta asamblea, deje de faltar al respeto, deje de interrumpir, deje de buscar descarrilar la asamblea!”, responde, en tono molesto, el presidente del Senado a Téllez García y al fondo suenan gritos de “cobarde”, la mayoría, de mujeres.


Sin embargo, Noroña luce tranquilo, incluso sube al estrado para defender al histórico personaje mexicano, Melchor Ocampo, a quien, según él, la derecha lo ha intentado demeritar.

Pero los ataques no cesan, gritos de todos lados lo llaman “corrupto” y le recuerdan la mansión de 12 millones de pesos que recientemente admitió haber comprado en Tepoztlán, Morelos.

Una voz no es escuchada durante la última sesión de la Comisión Permanente: la de ‘Alito’ Moreno, quien también es presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Noroña no le dio el uso de la palabra.

Pese a todos los dichos y diretes, el procedimiento legislativo finaliza, pero falta algo: entonar con respeto el Himno Nacional.

Así lo hizo Moreno Cárdenas, quien desde su escaño fue hasta la mesa directiva para encarar a Fernández Noroña, pero espera, impacientemente, atrás de su rival, a que acaben los cánticos. “Un soldado en cada hijo te dio”.

Todavía no ‘retemblaba en su centro la tierra’, cuando el priista tocó el pecho del morenista para así empezar la discusión, reclamarle por no haberle dado la palabra, por faltarle al respeto, según dice, a él y a senadoras como Lilly Téllez.

“No me toques”, exige Noroña y se voltea. “No me des la espalda”, contesta ‘Alito’ y lo jala del brazo, se avientan, se golpean; una cachetada campechana cae en el rostro del morenista, se gritan más y hay víctimas colaterales.

Un camarógrafo, aparentemente del equipo de Noroña se cruza entre ambos pero Moreno Cárdenas lo recibe con un acalorado empujón. Él sale volando, su cuerpo cae al piso, pero su cámara, sostenido por una vara y por la mano del trabajador, nunca cae, pues este, pese a perder una batalla, decide no soltarlo. La imagen de la batalla sigue.

Otros legisladores se unen a los golpes, como el caso del priista Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla, quien impide al residente de Tepoztlán huir, lo captura del saco cuando este bajaba las escaleras, por lo que el golpe que alcanza a darle, termina siendo como se conoce popularmente como “coscorrón” en su cabeza.

Pero eso no detienen a Noroña y finalmente se va. En el Congreso ya no suena el himno, hay gritos, consignas, reclamos y luego queda vacío, en paz. ¿Un sepulcro para ellos de honor?

¿Esto no termina aquí? Ambos salieron a dar conferencia de prensa, se alistan denuncias, quejas, reclamos y reencuentros.

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