El obispo emérito de la Diócesis de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, murió este 31 de enero a los 84 años de edad debido a complicaciones derivadas de COVID-19.
Cépeda fue n polémico representante de la iglesia católica debido a sus relaciones con empresarios y políticos. Acá te contamos un poco más sobre él.
Nació en la Ciudad de México el 25 de marzo de 1937, fue nombrado por el papa Juan Pablo II en 1995 como el primer obispo de la Diócesis de Ecatepec.
El 7 de mayo de 2012 dejó de ser el obispo, luego de que el papa Benedicto XVI aceptó su renuncia, la cual presentó el 25 de marzo de ese año al cumplir 75 años, edad obligatoria de jubilación.
El eclesiástico fue uno de los fundadores de Banco Inbursa junto con Carlos Slim.
Inbursa no fue el único banco en el que estuvo involucrado, pues también colaboró con el Grupo Financiero Banamex y fue gerente del Fiduciario Banco de Londres.
Estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y luego ingresó al seminario del Instituto Nuestra Señora de Guadalupe para las Misiones Extranjeras.
En la Universidad de Friburgo, Suiza, estudió teología y fue ordenado sacerdote el 28 de octubre de 1970. Ocupó el puesto de rector del Seminario Conciliar de San José en Cuernavaca (Morelos) y en 1995 el Papa Juan Pablo II lo designó como el primer obispo de la recién creada diócesis de Ecatepec.
Presidió la comisión para las Comunicaciones Sociales de la CEM y fue asesor legal de ese organismo entre 1997 y 2000.
LA POLÍTICA
En el 2021 buscó ser candidato por el partido Fuerza por México a una diputación local en el Estado de México, pero tras hablar con el papa Francisco, a través del nuncio Franco Coppola, le comentó que no podría participar en una contienda electoral porque dejaría de ser obispo emérito.
“Yo jamás voy a abandonar mi ministerio porque sería tanto como vender mi progenitura por un plato de lentejas, por ser diputado, es una pendejada de tres años y yo como obispo estoy designando a juzgar a los dos activos de Israel en el cielo”, dijo en abril de 2021.
Durante la presentación de su candidatura, el prelado comentó que había decidido buscar una diputación porque “quiero a México, ya estoy harto de tanto pendejo que gobierna y México se merece algo mejor”.
Onésimo fue muy cercano a políticos de todos los partidos políticos, pero su relación con el priismo era de la que más se hablaba. Llegó a tener una estrecha amistad con Enrique Peña Nieto, sin embargo, al convertirse éste en presidente, se distanciaron.
“Fuimos amigos, pero se le olvidó al llegar y no lo volví a ver, si, o sea que no tuvo palabra”, expresó Cepeda.
POLÉMICO
A Cepeda lo ha perseguido la política debido a sus declaraciones, su estilo de vida y su relación con el poder.
Un de sus frases más polémicas fue cuando aseguró que el político no debe robar mucho y que en caso de ganar, él esperaba no robar nada.
También expresó su opinión respecto a los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, tema al que le restó importancia.
“Si ya desaparecieron, ya desaparecieron (...) es muy penoso, nunca debió ocurrir, pero si los quieren vivos, no creo que estén vivos. Entonces es mejor pedir por ellos y no armar luchas violentas.”
Sin embargo, la polémica más fuerte fue cuando se le acusó de pederastia y de organizar orgías junto con Eruviel Ávila, actual senador priista.
El periodista Humberto Padget aseguró que tenía testigos que vieron a Cepeda con jovencitos que sentaba en su piernas, los tocaba y besaba.
Las supuestas orgías están narradas en uno de los capítulos de Los Suspirantes, en específico el que habla de Eruviel Ávila Villegas, a quien se le ha relacionado de distintas formas con el religioso.
Para Padgett, Eruviel no tuvo ni tendrá mayor compañero político y personal que Onésimo Cepeda. Quién fuera por varios años obispo de Ecatepec, continuamente señalado por sus excesos y lujos, fungió como padrino político de Ávila desde que este comenzó en la política priista del Estado de México.
Ya sabíamos de la miseria moral de @YoconYunes, hoy nos enteramos que @eruviel_avila también es un asqueroso pederasta. pic.twitter.com/bsbQKKBKJB
— Vero Islas (@LOVREGA) June 20, 2017
Tanto Cepeda como Ávila negaron las acusaciones y afirmaron que demandarían al periodista.
En entrevista con Adela Micha, Cepeda reconoció que le gustaba la buena vida, los toros y era consultor político y empresarial.
A inicios de los 2000, Onésimo Cepeda se enfrentó legalmente con un miembro de la familia Azcárraga, los dueños de Televisa.
El obispo explica que todo se debió a que Olga Azcárraga le escribió una carta en donde le pedía vender unos cuadros con valor de 130 millones de dólares para construir una casa para los sacerdotes ancianos. "Luego se clavaron los cuadros y yo presenté una demanda".
El religioso cuenta que se enfrentó en los tribunales con Rogelio Azcárraga por los cuadros y que ganó el juicio en la instancia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). "Yo nunca tuve los cuadros y me hubiera gustado tenerlos para construir casas para sacerdotes pobres", dijo.