¡El amor entra por el estómago!... y así lo han demostrado las hermanas Carmen y Rosa, que desde hace 30 años realizan una actividad, regularmente relacionada con los hombres.
Para "las güeras", como las conocen sus clientes, el trabajo de taqueras no es fácil, pero es una labor que pueden realizar tanto hombres como mujeres.
"No es difícil, es cansado. Sobre todo por la limpieza y las desveladas, porque son desveladas largas. A veces acabamos como a la 1 o 2 de la mañana de vender aquí. Ya después hay que lavar y acabamos como a las 3 o 4", relata Carmen, en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer,
"Las Güeras", como son conocidas en la colonia Agrícola Pantitlán, realizan su trabajo sin estereotipos y, desde que empezaron, han luchado por sacar adelante su negocio, pese a las dificultades de la economía y la pandemia.
"Antes había muchos señalamientos de que 'como una mujer iba a hacer el trabajo de un hombre', pero ahora yo pienso diferente, porque todos somos iguales y podemos hacer todo tipo de cosas, sobre todo por lo difícil que está la situación", afirma Carmen.
Pero en su trabajo se nota la diferencia, las hermanas aseguran que ponen mucho empeño en la limpieza y responsabilidad de atención al cliente.
"Nosotras usamos las pinza, los hombres agarran la carne con las manos... creo que es cuestión de higiene. Todo lo hacemos ya desinfectadas, todo muy limpio. Se cuida la preparación".
Durante 30 años, Carmen y Rosa se han dedicado a la taquería, tiempo en el que han vivido en carne propia el aumento de los precios y crisis, que ahora se ha vuelto más pesada debido a los dos años que llevamos en pandemia.
"Debido a todo esto de la pandemia, pues han bajado las ventas, pero gracias a Dios ahí vamos", afirma Carmen, mientras en el puesto dos clientes se acercan a pedir dos ordenes de tacos de cabeza.
Pero no solo han visto el cambio de la economía, también han visto la transformación del papel de la mujer. Para ellas, además del incremento de la violencia, también ven que las mujeres de hoy en día son muy liberales.
"Las veo muy liberales, ya no son como las muchachas de antes, ya quieren hacer todo lo que hacen los hombres, pero me refiero a que toman, se drogan..."
Carmen también señala que está bien que protesten, pero dice que "hay cosas que no estoy de acuerdo. Sí existe mucha violencia contra la mujer, porque ya no hay el mismo respeto, ahora en lugar de piropos, ahora hay mucha majadería. Y más porque las golpean".
Sin embargo, aunque Carmen y Rosa han visto que la economía ha ido empeorando y el papel de la mujer se ha ido desvirtuando al asemejar los vicios de algunos hombres, piensan que la mujer ha luchado para cubrir sus necesidades.
"Antes el hombre le daba el gasto a la mujer y ahora ya no, pero es porque el hombre ya no se acostumbra a eso. Ya tenemos los mismos derechos y ya no se acostumbran a lo mismo", señala Carmen.
En septiembre, se cumplen 30 años desde que Rosa se quedó sin trabajo y decidió emprender un puesto de tacos junto con Carmen, en la Colonia Agrícola Pantitlán. Desde entonces, todos conocen esta esquina como... los Tacos de las Güeras.
