La historia del presidente mexicano que prohibió el rock

El rock fue prohibido y relegado a lugares clandestinos
El rock fue prohibido y relegado a lugares clandestinos
Censura.El rock fue prohibido y relegado a lugares clandestinos
Nación321
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2019-01-17 |20:46 Hrs.Actualización20:46 Hrs.
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Porque Luis Echverría es el presidente más longevo de México

Durante el gobierno del priista Luis Echeverría se proscribió el rock mexicano. La prohibición llegó a solo unos años del movimiento estudiantil y posterior matanza de jóvenes estudiantes de 1968 y a unos meses del famoso halconazo, otra matanza de estudiantes que tuvo lugar en 1971.

Por eso, aquí te dejamos esta historia que llevó al rock mexicano a lugares clandestinos desde donde logró sobrevivir por casi una década.

AVÁNDARO

El 11 y 12 de septiembre de 1971 se llevó a cabo en el Estado de México el Festival Rock y Ruedas de Avándaro, conocido como el Woodstock Mexicano y que contó con la asistencia de entre 250 y 300 mil jóvenes.

Entre las bandas que los miles de asistentes ansiaban ver eran los Dug Dug’s, Peace & Love y Three Souls in My Mind.

De acuerdo con Televisa, a los 10 mejores grupos de rock mexicano de aquella época, entre los que se encontraban los tres antes mencionados y La Tinta Blanca, El Amor, Epílogo, Bandido, La División del Norte, Tequila y los Yaki, se les buscó pagar la cantidad de 4 mil pesos.

"Es verdad: muchos se animaron a quitarse la ropa y a mostrar sus miserias. Varios asistentes llevaban marihuana y se la fumaron. Los sanitarios portátiles resultaron insuficientes, al igual que las dotaciones de agua, refrescos y sándwiches que habían sido concesionadas. Los 40 policías municipales asignados al evento se la pasaron escondidos debajo del escenario, impotentes. Pero, a pesar de todo, la vivencia resultó espectacular y relativamente tranquila, y nadie anticipó la desproporcionada reacción de censura por parte del gobierno", relata el artículo "Avándaro y el Festival de Rock de 1971" de Televisa.

Para Graciela Iturbide, fotógrafa que en conjunto con Federico Rubli publicaron el libro "Yo estuve en Avándaro", ahí se encontró con "una realidad de mi país que no conocía y que me gustó mucho. Fue muy exagerado todo lo que se dijo. No hubo ni sexo, ni drogas. Se fumaba mota (marihuana), eso sí, y alguien tendría sexo, pero no lo veías. Eso fue todo”. 

En el artículo "El rock no tuvo la culpa", Luis de Llano, productor de televisión y uno de los organizadores de Avándaro, recordó que lo "maravilloso" del evento fue que por "primera vez y por razones no políticas" miles de jóvenes invocaron a un "dios llamado rock".

Sin embargo, hubo momentos durante el evento que no le gustaron al gobierno, como cuando el cantante de Peace & Love, Ricardo Ochoa, soltó un "chingue su madre el que no cante" y que, junto con la fotografía de una mujer que mostraba los senos y la canción "We got the power", le valió al festival es descrédito en medios de comunicación y el gobierno.

"El festival se transmitió incluso por Radio 660, que aquella época se llamada Radio Juventud. Transmitió el locutor Félix Ruano Méndez, pero desgraciadamente se pasaron al aire mentadas de madre y groserías, y entonces decir un buey al aire era persignarte y exponerte a que te quitaran la licencia de locutor. A Ruano le quitaron su licencia, lo suspendieron, creo que nunca más volvió a trabajar en radio y la estación desapareció", relató para La Jornada, el locutor César Alejandre.

LA PROHIBICIÓN

Tras un evento que transcurrió en calma, grande fue la sorpresa de los jóvenes asistentes al darse cuenta de la estigmatización que tuvo en los medios de comunicación el festival.

“El infierno de Avándaro, asquerosa orgía hippie”,  “encueramiento,mariguaniza, degenere sexual, mugre, pelos, sangre y muerte”, decía el Alarma sobre el evento.

Al respecto, Luis Echeverría, presidente de México, aseguró que "aunque lamentamos y condenamos el fenómeno de Avándaro, también nos alienta nuestra convicción de que en este tipo de actos y espectáculos sólo es partidaria una reducida parte de nuestra población juvenil".

Fue en 1973 cuando Echeverría prohibió los conciertos de rock en grandes escenarios y clubes e incluso se llegó a la penalización de estaciones de radio que transmitían el rock en español.

De hecho, de acuerdo con la investigación de Rublí, Avándaro "fue tan exitoso que la Secretaría de Gobernación, del periodo de Luis Echeverría" no solo prohibió el rock sino que "llamó, tanto a los asistentes a Avándaro como a los organizadores y bandas participantes, traidores a la patria".

Pero el rock mexicano no se daría por vencido, continuaría existiendo gracias a los "hoyos funky" que eran, en palabras del rockero Fauto Arellín, "cualquier taller mecánico vaciado, cualquier lugar con techo y a veces sin techo ni baño. Una vez yo estuve en un rastro de pollos, todavía con sangre en el piso. El rock se volvió menos sofisticado, pero más resistente".

Por su parte, Alex Lora, vocalista del Tri, dijo que fue después de la represión del Estado que nació el rock "callejero y contestario".

"Antes era una música más complaciente: las tocadas eran el CUM, en La Salle, en los frontones dela Roma, de la Narvarte —el Parme era de la Narvarte. Cuando pasó lo de Avándaro, ya parece que iban a hacer tocadas en el CUM o en La Salle. Nos mandaron a la chingada, o sea a los hoyos fonky"

«Alex Lora»

De acuerdo con Alberto Blanco, poeta y músico entrevistado por La Jornada, fue precisamente El Tri, el único grupo de aquella época que logró sobrevivir a la censura gubernamental.

Fuente: Cuartoscuro

"Ninguna banda de aquellos tiempos soportó las condiciones terribles en las que quedó sumido el rock nacional porque se cerraron todos los espacios salvo los fonquis ya que los hoyos estaban en el más estricto underground. No había lugares donde tocar ni dinero para las tocadas, no había manera de sacar la música por radio ni se hacían grabaciones ni existían los medios que ahora existen. Pasó mucho tiempo antes de un cambio, y la única banda que sobrevivió fue El Tri".