COVID-19 es 'un grito de dios' por aborto y eutanasia: Obispo de Cuernavaca

El religioso dijo que la crisis generada por el coronavirus es un alto de dios a la humanidad
El religioso dijo que la crisis generada por el coronavirus es un alto de dios a la humanidad
Obispo.El religioso dijo que la crisis generada por el coronavirus es un alto de dios a la humanidad
Verónica Bacaz
Verónica Bacaz
2020-03-23 |15:06 Hrs.Actualización15:06 Hrs.


La crisis generada por el coronavirus es un alto que dios está poniendo a la humanidad, por querer jugar a ser como él, al permitir el aborto, la eutanasia y la diversidad sexua, dijo el Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, durante la celebración de la homilía en la Catedral capitalina,

Además el religioso aseveró que la crisis generada por el coronavirus es un alto que Dios está poniendo a la humanidad. 

“Hijos, dios no está hablando, está gritando, vamos a escuchar, sepamos escuchar, estemos atentos, la vida es tan corta, de ahí entonces que hayamos decidido medidas drásticas por el bien de todos”, abundó.

Ramón Castro resaltó que tan sólo en 2019 se registraron 50 millones de abortos en el mundo, mientras tanto, dijo, el ser humano actúa “como si nada, a gusto, proclamando su pseudo libertad, cuando son hijos de Dios y los hemos asesinado”.

En tanto, criticó también a quienes han optado por una muerte asistida, así como el permitir que en la actualidad los niños decidan por sí mismos su sexualidad.

“La eutanasia: ya me cansé de sufrir, que me maten; o los niños que están muy graves en Holanda y en Bélgica, los papás pueden decidir que los maten; que se esperen los niños a ver qué género quieren ser, que una niña quiere ser niño, ¡Ah caray! Seguramente Dios dice, oigan hijos a dónde van, momentito, soy su papá y los quiero y soy misericordioso, se están yendo a un abismo, nos está gritando”, expresó.

En su discurso, añadió que así también la corrupción, los robos, la violencia, se han hecho costumbre y ante esto se pone un alto a la humanidad.

“Dios nos está hablando, nos está gritando”, pues aunque alguien le pida a la humanidad, que se detenga a reflexionar, nadie haría caso.

“Con esto (con el COVID-19) queramos o no queramos, nos detenemos. En muchos países ya están obligados a detenerse; en Europa, en Estados Unidos, en China, por ley todo está cerrado, menos las farmacias y los mercados y ahí todo se debe detener, sea quién sea”, expresó.