El cometa 3I/Atlas ha sido objetivo de distintos estudios y teorías que lo mismo lo ponen como un cometa que como una nave extraterrestre.
De momento se sabe que viaja en sondas espaciales que lo centran como un visitante interestelar.
Descubierto en julio, el cometa no representa una amenaza para la Tierra ni para sus planetas vecinos. Su punto más cercano al Sol será a finales de octubre. Durante noviembre, la sonda Juice de la ESA, que se dirige a Júpiter y sus lunas heladas, lo vigilará.
Algunos científicos como Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, lo han analizado y lo ponen como una nave extraterrestre que nos visita desde lejos.
El cuerpo celeste está acercándose al planeta. En su trayectoria primero debe pasar cerca del Sol y, si no es derretido por este intenso astro, pasará cerca de la Tierra el próximo 19 de diciembre.
Si bien no se puede frenar para analizarlo adecuadamente, sí pasará lo suficientemente cerca para que sea analizado y monitoreado
“Lamentablemente, no disponemos de una nave espacial capaz de interceptar a 3I/ATLAS y estudiarlo de cerca. Esto requiere planificación anticipada y detección temprana para que una nave espacial tenga tiempo suficiente para cruzar la trayectoria de 3I/ATLAS”, señala Loeb.
El experto indica que la humanidad, que se ha mostrado interesada en este cuerpo celeste, tendrá más detalles antes de Navidad.
Con base en su brillo, se desconoce cuál es su estrella de origen, los científicos sospechan que estaba más cerca del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
El primer visitante interestelar observado desde la Tierra fue Oumuamua, que significa explorador en hawaiano, en honor al observatorio en Hawai que lo descubrió en 2017. En un principio se le clasificó como un asteroide, pero desde entonces ha mostrado indicios de ser un cometa.
Con información de AP



