¿Y tú, recuerdas al Fonden?
Fuertes lluvias pegaron con todo entre el 6 y 9 de octubre en cinco estados de la República, dejando un halo de destrucción que hasta este martes 14 de octubre es visible y sigue sumando víctimas.
Desde la recolección de víveres o la cantidad de personas desaparecidas, posiblemente sepultadas bajo lodo y escombros, las inundaciones han ocupado los principales tópicos de conversación en redes sociales y medios de comunicación.
Pero eso no es todo, pues la conversación también se ha orientado en torno al ahora extinto Fondo de Desastres Naturales (Fonden), ya que muchos ciudadanos lo recuerdan como un mecanismo eficiente para la atención de emergencias, es por ello que en Nación321 te contamos cómo ha cambiado en los últimos años la atención de desastres naturales.

¿QUÉ ERA EL FONDEN?
El Fondo de Desastres Naturales fue un instrumento financiero mediante el cual, dentro del Sistema Nacional de Protección Civil, recursos del erario público eran enviados a un fondo administrado por un fideicomiso, para atender cualquier emergencia natural cuya atención superara las capacidades económicas de los gobiernos locales.
El mecanismo fue creado en 1996, durante la presidencia de Ernesto Zedillo, y comenzó operaciones en 1999, para apoyar de manera eficaz y oportuna a los damnificados por desastres naturales, así como atender daños a la infraestructura federal y estatal.
Funcionaba de una manera muy sencilla: para acceder a los fondos del fideicomiso, la Secretaría de Gobernación debía activar una declaratoria de emergencia o de desastre natural, publicándola en el Diario Oficial de la Federación (DOF), y así se liberarían los recursos.
Aunque en letra los principios del Fonden eran “corresponsabilidad, complementariedad, oportunidad y transparencia”, algunos señalamientos por posible mal manejo de dinero, así como el cambio de políticas publicas y de protección civil derivaron en que, el 21 de octubre de 2021, durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el Senado de aprobara la extinción de 109 fideicomisos, incluido el Fonden, bajo el argumento del mal manejo de recursos por parte de funcionarios públicos.
AMLO justificó la decisión acusando que el Fonden era un “barril sin fondo”, del que se robaban los recursos y que no se atendían realmente las emergencias del país ni a los damnificados.
¿QUÉ GRANDES INUNDACIONES SE ATENDIERON CON EL FONDEN?
Aunque el Fonden contemplaba la atención de víctimas de huracanes, sismos, inundaciones y otros desastres naturales, lo cierto es que el mecanismo sirvió para hacer frente a tres grandes inundaciones, que es en lo que enfocaremos este texto.
Se trató de las anegaciones generadas por los huracanes ‘Wilma’ (2005), Ingrid y Manuel (2013), así como Patricia (2025).
‘WILMA’ Y CALDERÓN
‘Wilma’ ocurrió en octubre de 2005 y fue un huracán que alcanzó la Categoría 5. Su fuerza destructiva golpeó cerca de Playa del Carmen, afectando gravemente a Cancún y la Riviera Maya.
De acuerdo con un documento de Protección Civil federal, los daños, entre directos e indirectos, se estiman en 18 mil 258 millones de dólares.
El entonces gobierno federal y ocho entidades afectadas, no sólo por ‘Wilma’, sino por el huracán ‘Stan’, anunciaron entonces que iban a erogar 15 mil 229 millones de pesos para atender los desastres, de los cuales 4 mil 342 saldrían del Fonden.

LOS ‘HURACANES DE PEÑA’
En el sexenio de Enrique Peña Nieto también se vivieron dos grandes desastres por inundaciones, se trató de los huracanes ‘Ingrid’ y ‘Manuel’ (2013).
‘Ingrid’ y ‘Manuel’ fueron dos huracanes que golpearon al país casi al mismo tiempo, en septiembre de 2013.
‘Manuel’ tocó por el Océano Pacífico e ‘Ingrid’ por el Golfo de México, causando lluvias históricas en 26 estados y más de 150 muertes.
Para ese 2013, se erogaron 5 mil 507 millones de pesos al Fonden, pero el impacto de las inundaciones fue de más de 16 mil millones de pesos.
‘OTIS’... CON AMLO Y SIN FONDEN
Debido a que en octubre de 2021, durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el Fonden fue extinguido, los gobiernos de la llamada Cuarta Transformación tuvieron que cambiar la forma de atender desastres naturales.
El gran reto para AMLO fue la atención del Huracán ‘Otis’, que tocó Guerrero en octubre 2023 y dejó un daño devastador, al intensificarse rápidamente.
Aunque se esperaba que tuviera una fuerza menor, ‘Otis’ tocó tierra en Guerrero como un Huracán Categoría 5, causando una destrucción sin precedentes en Acapulco.
De acuerdo con Ariadna Montiel Reyes, quien en el gobierno amlista también era secretaria del Bienestar, el gobierno federal destinó más de 21 mil millones de pesos en apoyos directos a los damnificados por este fenómeno, al que se sumó un ciclón de menor intensidad en la región, llamado ‘John’.
Hasta ahora se sabe que los apoyos llegaron, en especie y monetariamente, de “manera directa” a los damnificados.

UN PROTOCOLO MÁS FORMAL CON SHEINBAUM
Este octubre de 2025, ante la emergencia actual, por las atípicas lluvias derivadas de la combinación de varios ciclones, la presidenta Claudia Sheinbaum explicó que, aunque el Fonden desapareció, no lo hicieron los recursos que el gobierno ‘guarda’ como una especie de fondo de emergencia.
“El Fonden era un fideicomiso que tenía guardado el recurso, pero además tenía una serie de protocolos de atención con mucha burocracia para poder bajar los recursos; está documentado. Se aprovechaban, lamentablemente, de una tragedia para falsificar compras y la ayuda no llegaba”, explicó desde Palacio Nacional.
Sin embrago, lo cierto es que de forma más clara y ordenada, el gobierno de Claudia Sheinbaum, mediante sus diversas secretarías, principalmente la del Bienestar, ha desarrollado un protocolo formal de atención a cualquier desastre. Es este:
- Se declara la emergencia en la zona afectada.
- Se prioriza el restablecimiento de caminos y accesos del área afectada. Además, se comienza a trabajar en el restablecimiento de la energía eléctrica.
- Se hacen labores de limpieza para que la gente regrese a sus casas.
- Servidores de la nación comienzan a hacer un censo casa por casa para cuantificar los daños.
- Se entrega una primera ayuda económica.
- Con base en los resultados del censo, se hace un análisis y se entregan nuevas ayudas, ya sean monetarias o materiales.
El proceso es realizado sólo por autoridades del Gobierno federal y por elementos del Ejército y de la Secretaría de Marina.