Jaime Alanís García, un trabajador agrícola originario de Michoacán, murió tras caer de una estructura elevada mientras intentaba esconderse durante una redada migratoria en una granja de cannabis en Ventura, California.
Su muerte, ocurrida el 11 de julio, ha generado indignación entre organizaciones defensoras de migrantes y llevó al Gobierno de México a anunciar que interpondrá una denuncia formal ante autoridades de Estados Unidos.
Alanís García, de 36 años, se encontraba laborando en The Glass House cuando agentes federales realizaron un operativo sorpresa alrededor de las 9:00 de la mañana del 10 de julio.
En un intento por evadir a las autoridades, trepó a lo alto de un invernadero y cayó desde una altura cercana a los nueve metros. Fue trasladado con vida a un hospital cercano, pero debido a las fracturas en el cráneo y el cuello, fue diagnosticado con muerte cerebral y desconectado del soporte vital un día después.
“Nos dio la orden de ya desconectarlo, que ya no quiere ver a su señor sufriendo”, relató su yerno, Bryan Santana, tras hablar con la esposa del migrante desde Michoacán.
La Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW) condenó lo ocurrido y cuestionó la forma en que se realizan estos operativos. “Fue una muerte que no debía haber ocurrido nunca. Lo único que él estaba haciendo es trabajando”, declaró Teresa Romero, presidenta del sindicato. Añadió que las redadas se ejecutan sin órdenes judiciales, con agentes encapuchados y en condiciones intimidatorias para los trabajadores.
Pese a las acusaciones, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) negó que Alanís estuviera bajo custodia o fuera perseguido al momento de su caída. “Este hombre no estaba ni ha estado bajo custodia de la CBP ni del ICE... Aunque no lo perseguían las fuerzas del orden, trepó al techo de un invernadero y cayó desde una altura de 9 metros”, expusieron en redes sociales. Añadieron que la CBP solicitó una ambulancia de inmediato.
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo calificó la muerte de Alanís como “inaceptable” y anunció que México presentará una denuncia en tribunales estadounidenses. “Es muy lamentable que esto ocurra, toda nuestra solidaridad y apoyo a la familia… no puede haber otro caso como estos”, dijo. Aseguró que la Secretaría de Relaciones Exteriores ya trabaja en el caso y mantiene contacto con los familiares.
Alanís, descrito por sus allegados como un hombre tranquilo, trabajador y dedicado a su familia, se convirtió en el primer migrante cuya muerte ha sido vinculada directamente a los operativos migratorios intensificados desde el 6 de junio en el sur de California.