La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, reavivó la polémica en torno a las estatuas de Fidel Castro y Ernesto ‘Che’ Guevara retiradas del Jardín Tabacalera al plantear que dichas figuras sean fundidas para convertirlas en un homenaje al presidente municipal de Uruapan asesinado, Carlos Manzo.
A través de redes sociales, la funcionaria difundió cuatro fotografías de las esculturas almacenadas y escribió: “estos son los que deberían ser los verdaderos presos políticos, dictadores y asesinos”.
En la misma publicación añadió: “una gran idea sería fundirlas y hacerle un homenaje a Carlos Manzo”, acompañando el mensaje con una consigna política: “¡Viva la resistencia y la libertad!”.
Las piezas, que forman parte del conjunto ‘Monumento Encuentro’, fueron retiradas en julio pasado por la administración de Rojo de la Vega.
Entonces, dijo en un video que “Ni el Che ni Fidel pidieron autorización para instalarse en Cuba… y tampoco en la Tabacalera”, argumentando que el retiro respondía a solicitudes vecinales.
Sin embargo, el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México (Comaep) calificó la remoción como ilegal, al señalar que “no se siguió el procedimiento legal requerido” y que no recibió solicitud alguna para revisar el caso. Añadió que la extracción se realizó “fuera de las normas establecidas” y que la Secretaría de Cultura daría seguimiento.
La nueva propuesta de Rojo de la Vega surgió el mismo día en que el Congreso capitalino discutió su presunta participación en los disturbios ocurridos durante la marcha del 15 de noviembre, convocada por Generación Z México, en la que resultaron lesionados decenas de policías y civiles y se detuvo a 20 personas.
