Una vivienda construida a la orilla del río Pocitos, en la zona norte de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, colapsó la tarde del sábado 6 de septiembre debido al deslave de su cimentación, ocasionado por las corrientes de agua pluvial registradas en días recientes.
Autoridades municipales habían advertido a la familia sobre el peligro, lo que permitió que los ocupantes desalojaran el inmueble con anticipación y pusieran a salvo sus pertenencias. De esta forma, no se reportaron personas lesionadas tras el derrumbe.
Al día siguiente, brigadas de Protección Civil, Bomberos y el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Atizapán (Sapasa) llevaron a cabo el retiro de escombros para liberar el cauce del río y permitir la circulación de aguas residuales y pluviales, evitando nuevos colapsos.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y Protección Civil municipal notificaron a los residentes de otras cuatro viviendas asentadas en la ribera que deben desalojar sus casas, ya que el riesgo de deslizamiento persiste.
En esa zona, las lluvias atípicas de la última semana han debilitado taludes de tierra que ponen en peligro a más construcciones.
Las autoridades mantienen vigilancia permanente en otros cauces de la demarcación, como los ríos San Javier, Moritas, Villas de la Hacienda y Chamacuero, debido a la previsión de más precipitaciones.
Ese mismo fin de semana, en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, un deslave de tierra afectó viviendas en la colonia Lomas de las Águilas. El incidente ocurrió sobre la calle Picagregos, donde al menos dos casas resultaron con daños estructurales severos.
Las autoridades de Atizapán señalaron que mantienen supervisión constante en otros cauces como los ríos San Javier, Moritas, Villas de la Hacienda y Chamacuero, ante la previsión de más lluvias en las próximas horas.