La crisis ambiental en los canales de Xochimilco escaló este miércoles cuando prestadores de servicios turísticos tomaron varios edificios administrativos de la alcaldía en protesta por la falta de acciones para sanear los cuerpos de agua.
La movilización, que incluyó el bloqueo de accesos en avenidas como Francisco Goytia y Guadalupe I. Ramírez, buscó presionar a la alcaldesa Circe Camacho Bastida, a quien acusan de desatender una problemática que pone en riesgo tanto la economía local como el ecosistema de esta zona patrimonial.
La protesta no es un hecho aislado. Desde hace semanas, trabajadores de los once embarcaderos de la zona chinampera han alzado la voz por la acumulación de lirio acuático, basura y contaminantes que dificultan la navegación en trajinera, deterioran la experiencia turística y, sobre todo, provocan la muerte de peces.
El pasado 21 de mayo ya habían bloqueado la prolongación División del Norte y la avenida Guadalupe I. Ramírez con una demanda clara: intervención urgente para detener el daño ambiental que está transformando los canales en corredores insalubres.
A pesar de aquellas advertencias, los inconformes aseguran que no ha habido respuesta real. En esta nueva jornada de presión, subrayaron que la falta de mantenimiento impide cada vez más el tránsito seguro de embarcaciones y ahuyenta a los visitantes, lo que representa una amenaza directa a los ingresos de cientos de familias que dependen del turismo.
Señalaron que la situación llegó a tal grado que se requiere no solo limpieza inmediata, sino también un plan integral que atienda las causas estructurales de la contaminación.
Uno de los principales focos de tensión es la cascada de Zacapa, de donde, aseguran, proviene agua contaminada que ha sido ignorada por las autoridades. A esto se suman los drenajes clandestinos, el uso de lanchas con motor que alteran la vida del humedal y la presencia de guías turísticos no autorizados que, lejos de aportar al sector, dañan la imagen de Xochimilco con cobros excesivos y prácticas engañosas.
La toma de los edificios, según advirtieron los prestadores de servicios, podría extenderse a bloqueos viales si las autoridades no se comprometen públicamente a resolver el deterioro ambiental. Alertaron que, de mantenerse la inacción, cerrarían otras avenidas estratégicas de la zona, lo que pondría en jaque la movilidad local.
Los turisteros insistieron en que el deterioro ambiental no puede esperar estudios técnicos que tarden semanas. Exigen acciones visibles y permanentes, y sobre todo voluntad política para preservar lo que consideran el corazón de Xochimilco. Si la situación continúa sin solución, advierten, no solo se pondrá en riesgo el turismo, sino también el equilibrio ecológico de una zona declarada Patrimonio de la Humanidad.