La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, respondió al secretario de Gobierno capitalino, César Cravioto, luego de que este defendiera el uso de un inmueble en la colonia Peralvillo, en Tepito, para instalar un albergue para personas migrantes.
A través de un video publicado en su cuenta de X (antes Twitter), la edil cuestionó la falta de consulta a la comunidad y acusó al gobierno capitalino de actuar de manera unilateral.
“Gobernar a escondidas nunca ha sido ni será la solución. Imponer sin consultar tampoco”, expresó Rojo de la Vega en su mensaje. Señaló que la decisión fue tomada sin informar a la alcaldía ni a los vecinos, quienes, dijo, “llevan días alzando la voz” ante un proyecto que consideran improvisado y riesgoso.
La respuesta surge luego de que Cravioto declarara en redes sociales que el predio, anteriormente ocupado por el Hospital Escuela Libre de Medicina Homeopática, “no se le quitó a nadie”, ya que la institución “llevaba ya un buen tiempo sin funcionar” y el inmueble había sido invadido.
“De hecho, hay denuncias penales por quien tiene la representación de esa institución contra esos invasores o gente que quería despojarlos del inmueble”, afirmó el funcionario.
Cravioto explicó que el Gobierno de la Ciudad firmó un convenio con la representación legal del hospital para intercambiar el inmueble por otro predio, con lo cual, dijo, se resolvía un conflicto que se había prolongado durante años.
Sin embargo, para la alcaldesa, el fondo del conflicto no está resuelto: “Su problema, secretario Craviotto, no es conmigo, es con las vecinas y los vecinos [...] con las madres de familia que viven junto a ese predio, con las y los comerciantes, con los estudiantes, los médicos, los adultos mayores, que no fueron escuchados y que, por supuesto, no fueron consultados”, dijo.
Rojo de la Vega también cuestionó la viabilidad del albergue al considerar que el inmueble no cuenta con condiciones adecuadas y que la zona enfrenta ya una alta carga social.
“Hacer un refugio improvisado, sin condiciones mínimas, en un inmueble abandonado por años, en una zona con problemas graves de hacinamiento, de movilidad, de inseguridad y de servicios colapsados, no solo es irresponsable, es muy peligroso”, sentenció.
A pesar de reconocer que el Gobierno de la Ciudad no está obligado legalmente a consultar a la alcaldía, subrayó que existía disposición para colaborar y lamentó que no se haya buscado diálogo. En su mensaje, reafirmó su compromiso con la comunidad:
“Aquí vamos a seguir del lado de la gente, escuchando, acompañando, denunciando, alzando la voz y también siendo la voz de quienes son ignorados, hasta que la dignidad se acostumbre”.