OPINIÓN: Ante la tragedia por la muerte de Martha Erika y Rafael Moreno Valle

El helicóptero donde viajaba Martha Erika Alonso, gobernadora de Puebla, se desplomó tras 10 minutos de recorrido
El helicóptero donde viajaba Martha Erika Alonso, gobernadora de Puebla, se desplomó tras 10 minutos de recorrido
Helicóptero desplomado.El helicóptero donde viajaba Martha Erika Alonso, gobernadora de Puebla, se desplomó tras 10 minutos de recorrido
Cuartoscuro
autor
Fernando Dworak
Analista y consultor político
2018-12-24 |21:44 Hrs.Actualización21:44 Hrs.

El accidente ocurrido hoy en Puebla, donde fallecieron la gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle es una tragedia que ante todo impacta a sus familiares y amigos. Antes de cualquier otra cosa, envío mi solidaridad. Como opinión pública, somos responsables de respetar su espacio de duelo, se simpatice o no con sus gobiernos, partidos o posturas.

La tragedia implica numerosos desafíos para las instituciones públicas, tanto federales como de Puebla. El primero serán sus estrategias de comunicación de cara a la crisis que desató el accidente. Sus capacidades para decir la verdad, sea cual fuere, mantener una narrativa congruente y brindar certidumbre ante la ciudadanía marcarán la confiabilidad que tendrán ambas administraciones durante los próximos seis años. Según expertos en crisis de comunicación, la ventana crítica son las 48 horas posteriores al accidente.

El siguiente reto será reconstruir la gobernabilidad interna en Puebla. De acuerdo con la fracción XXVII del artículo 57 de la Constitución del estado, corresponde al Congreso nombrar a un gobernador interino; debiéndose elegir a un gobernador sustituto entre 3 a 5 meses después. Este será un punto crítico, donde se verá la institucionalidad de los partidos ante una crisis.

Finalmente nos corresponde como ciudadanos no caer en teorías de la conspiración o sensacionalismos: estemos al pendiente de las fuentes de información y contrastemos. Demos un plazo razonable para que las instituciones respondan y con base en ello veamos datos alternativos debidamente documentados. Reírse de una tragedia es señal de ruindad, no de simpatía o militancia política. En este rubro todos somos responsables.