José Antonio Meade, ¿candidato ciudadano o priista de cepa?

José Antonio Meade ha dicho que no es militante del PRI pero parece lo contrario
José Antonio Meade ha dicho que no es militante del PRI pero parece lo contrario
Abanderado tricolor.José Antonio Meade ha dicho que no es militante del PRI pero parece lo contrario
Cuartoscuro
Nación321
2018-03-05 |17:25 Hrs.Actualización17:24 Hrs.
CREEMOS QUE IMPORTA POR...

Porque es el primer aspirante presidencial del partido que no está afiliado

"Soy un candidato por México; soy un ciudadano", dijo este domingo José Antonio Meade, candidato presidencial del PRI durante el 89 aniversario del partido tricolor.

Y esto nos lleva a una duda desde que el exsecretario de Hacienda fue nombrado aspirante presidencial, en noviembre de 2017: ¿es Meade un priista o un ciudadano que solo será candidato del PRI?

Estos son algunos puntos que nos tienen con la duda.

PRESUMIENDO EL ORGULLO TRICOLOR

Meade aseguró este domingo que en el PRI los ciudadanos hacen equipo con el partido, motivo por el que puede aspirar a ser presidente bajo las siglas del tricolor.

El exsecretario de Hacienda también pidió reformar al partido para conectarlo con los anhelos de la sociedad y ofrecer la honestidad y la eficiencia que ponga al PRI al centro de la construcción del México del siglo XXI.

En otra parte de su discurso de este domingo, Meade dijo, "tenemos a los mejores militantes, a las y los mejores líderes seccionales, a los mejores comités municipales. Y tenemos, y hoy están aquí con nosotros, a las y los mejores candidatos. Y vamos a ganar porque somos millones de priistas y millones de ciudadanos motivados, unidos. Conscientes de lo que está en juego".

CUMPLIENDO CON LAS COSTUMBRES

El 27 de noviembre de 2017, horas después de haber renunciado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Meade realizó un tradicional ritual priista: visitó los tres sectores que conforman al tricolor para pedirle su apoyo en la candidatura presidencial.

Meade acudió primero a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) para después visitar la Confederación Nacional Campesina (CNC) y finalmente la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).

A pesar de no estar obligado a presentar firmas de apoyo ni el respaldo de los sectores priistas, José Antonio Meade cumplió con el ritual, como cualquier otro priista.

“Quería empezar este camino pidiéndole a la CTM que me haga suyo, que me tenga cerca, que me deje representarlos”, dijo Meade en su visita a la organización de trabajadores.


En la CNC fue recibido por priistas de primer nivel como Beatriz Paredes, Heladio Ramírez, Hugo Olivares Ventura y Augusto Gómez Villanueva.

Al final de ese día, Meade acudió a la Comisión Política Permanente del PRI, en donde dijo que no defraudaría a los prisitas.

"Hoy lo confirmo: soy simpatizante del PRI y es el mejor partido. El país le debe mucho al PRI, a su vocación constructiva, a su vocación de construir instituciones, no hay una sola institución, una sola de las que tiene el país que no se haya construido con el voto del PRI. Juntos habremos de ganar las próximas elecciones”, agregó Meade.

EQUIPO TRICOLOR HASTA LOS HUESOS

Aunque Meade se asuma como un ciudadano no afiliado al partido, su actual equipo de campaña está formado por personalidades emblemáticas del tricolor en los últimos 30 años, incluyendo a los exdirigentes nacionales Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes Rangel y Humberto Roque Villanueva.

Miguel Ángel Osorio Chong, exsecretario de Gobernación y otro de los priistas de alto nivel en la última década, también forma parte del equipo de Meade. 

Eruviel Ávila Villegas, exgobernador del Estado de México y uno de los priistas con más capital político en los últimos años, también es integrante de la campaña de Meade.

Otra de las figuras de más arraigo priista, el exsenador y exaspirante presidencial Enrique Jackson Ramírez, está trabajando en el equipo que busca llevar a Meade a Los Pinos.

Así que entre los colaboradores de la campaña del exsecretario de Hacienda no hay muchos ciudadanos, sino por el contrario, son en su mayoría afiliados al PRI. 

HERENCIA FAMILIAR

Pero no solo es el equipo, sino también la herencia familiar. José Antonio Meade también ha dicho que está orgulloso de ser hijo de un priista, "de mi padre Dionisio aprendí el valor del trabajo, el orgullo de ser mexicano y dedicar una vida a servir a este gran país".

Dioniosio Meade y García de León es un miembro activo del PRI, partido en el que milita desde 1972 y por el que fue diputado federal de dicho partido de 1997 a 2000.

Además, le tocó ser subdirector de gestión social en el CEN del PRI, cuando era dirigente nacional priista Humberto Roque Villanueva, quien ahora colabora en la campaña presidencial del exsecretario de Hacienda.


En una entrevista con Eje Central en diciembre de 2017, Dionisio Meade contó como su hijo fue acercándose a su círculo de amistades y contactos priistas, como el exsenador Francisco Arroyo Vieyra, el secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, Joel Ayala, y el actual gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez.

"Se generó de manera natural, en espacios de convivencia entre compañeros de trabajo y de partido. Nos reuníamos entre nosotros, convivían las familias, los hijos y así se generó una relación entre mis compañeros y José Antonio y entre los hijos de mis compañeros de trabajo y el propio José Antonio", contó Dionisio Meade.

DISCURSO AMBIGUO

No somos los únicos que tenemos dudas sobre la militancia o no de Meade en el PRI. Algunos expertos en comunicación política también ven ciertos mensajes ambiguos con la actitud del exsecretario de Hacienda.

"Vemos algunas cosas que han sido de claroscuros, su lanzamiento fue muy bueno y exitoso, cuando el presidente decide que sea el abanderado del PRI, las entrevistas que dio ofrecieron muchas expectativas, digamos que es el candidato más ambiguo y eso le genera a la gente cierta confusión y eso se refleja en las encuestas que ha venido difundiendo El Financiero",  señaló Carlos Olivares, director General de la Encuestadora Olivares Plata Consultores.

El analista político Jesús Silva-Herzog escribió en enero pasado que era imposible distinguir el discurso de Meade del discurso del priismo tradicional.

"Es imposible advertir acentos propios en su lenguaje, estilos diferentes. Ha roto incluso con la línea de la tecnocracia priista en la que era perceptible un acento crítico a la tradición de su partido. La falta de credencial priista ha hecho del candidato aún más dependiente de sus complicidades. Por eso, más que dirigir al PRI hacia el cambio, más que proponerle una ruta distinta, ha sucumbido a él", escribió Silva-Herzog en Reforma.

Por su parte, Jorge Zepeda Patterson escribió el pasado 11 de febrero que los estrategas de la campaña de Meade han intentado construirle una imagen de ciudadano, pero aún no lo consiguen.

"El problema es que tras su destape, dedicó las primeras semanas a visitar los siete templos del corporativismo priista y a besar los anillos de los líderes del sindicalismo charro. Meade hizo públicas sus genuflexiones ante el PRI para convencer a los militantes que aceptaran convertirlo en su abanderado. Pero al hacerlo su candidatura 'ciudadana' nació muerta", escribió el analista político.