La comunidad LGBTTTI que mantuvo su fe fuera de las iglesias

Algunos integrantes de la comunidad LGBTTTI no quieren renunciar a su fe
Algunos integrantes de la comunidad LGBTTTI no quieren renunciar a su fe
Unidad.Algunos integrantes de la comunidad LGBTTTI no quieren renunciar a su fe
Facebook/La Casa Apostólica Monterrey
Ángel Nakamura
Reportero
2017-06-24 |08:02 Hrs.Actualización08:02 Hrs.
CREEMOS QUE IMPORTA POR...

Porque la fe no está peleada con la diversidad sexual

Excluidos por sus orientaciones sexuales e 'invisibles' ante los religiosos por decir que creen en una deidad, integrantes de la comunidad LGBTTTI en Monterrey, Nuevo León, buscan defender su fe y compartir experiencias de vida con otros creyentes para defender su lugar en la sociedad mexicana.

Se trata de la Casa Apostólica Monterrey, un grupo ciudadano que aglutina a cristianos de diversas denominaciones (ortodoxos, romanos, anglicanos, veterocatólicos, católicos nacionales, católicos independientes, evangélicos y hasta bautistas) con una característica en común: tener una orientación sexual diversa.


El camino no ha sido fácil para lograr que más personas se acerquen a esta comunidad y expresen libremente su creencia religiosa y su derecho a expresar que son homosexuales.

Daniel Santos, diácono de esta comunidad, explica a Nación321 el proceso mediante el cual este grupo de personas lucha por ser reconocido y aceptado en una de las regiones más conservadores de México.

"Este proyecto surge cuando un grupo de personas de la comunidad LGBTTTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Travestis, Transexuales e Intersexuales) decide que no abandonará su creencia religiosa pese a ser expulsados e invisibilizados por sus grupos religiosos. Cuando decidimos mostrarnos como somos ante la iglesia a la que habíamos acudido, nos rechazan y nos quieren tratar como una enfermedad, una patología, como si estuviéramos endemoniados", dijo Santos.

Daniel Santos agrega que en cierto modo los ateos la tienen "más fácil", pues cuando deciden declararse abiertamente homosexuales no tienen repercusiones de grupos religiosos.

"Aquí hemos recibido gente que ha pensado en suicidarse porque le han pedido a su Dios que los cambie y les quite su gusto por personas del mismo sexo, pero el ser homosexual no es una enfermedad. Por eso es que decidimos reunirnos y adherirnos al movimiento de la Iglesia Católica Ecuménica México/América Latina", expresó Santos.

El religioso agregó que el ecumenismo es el movimiento surgido para restablecer la unidad de todos los cristianos, sin importar si son católicos, evangélicos, bautistas, anglicanos, mormones u hortodoxos. Dentro de esta inclusión, la Iglesia Católica Ecuménica reconoce a la comunidad homosexual como parte importante de los creyentes y los acepta y defiende", afirmó Santos.


EL RESPETO AL DERECHO AJENO

La idea esencial de la Casa Apostólica Monterrey es ser bienvenido siempre y cuando respetes la creencia de los demás.

"Como somos una comunidad ecuménica no nos importa qué religión profeses, la respetamos y aceptamos. Nos reunimos los domingos por la tarde en una especie de capilla donde llevamos a cabo una oración y compartimos experiencias cabronas que hemos vivido, como el hecho de que muchos integrantes de la comunidad LGBTTTI están en un dilema interno porque no quieren dejar de creer en Dios, pero a la vez se les ha dicho que ese Dios no los acepta por vivir fuera de sus reglas queriendo a una persona de su mismo sexo", destacó Daniel Santos.


Así que las reuniones de la Casa Apostólica Monterrey incluyen oraciones, cánticos y un mensaje de aliento a sus integrantes, con el fin de que sepan que no están solos y no tienen que ocultar su orientación sexual.


Parte del trabajo de la Casa Apostólica Monterrey es realizar foros de concientización sobre la diversidad sexual y la religión en la zona conurbada de la capital de Nuevo León; estas actividades las han llevado a cabo con apoyo de integrantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).


El pasado 17 de junio y previo a la marcha del orgullo gay, integrantes de la Casa Apostólica Monterrey junto con la Comunidad Ecuménica "Dios Está en Mi" e "Icm Cristo en Ti Monterrey", llevaron a cabo una oración para celebrar la vida y pedir por la paz y la justicia en México.

"Queríamos mandar un mensaje de amor, contrapuesto al odio desde la fe que compartimos. Quisimos hacerlo antes de la marcha porque sabemos que hay diversos grupos que luchan por una causa en especial así que no quisimos politizar sus posturas, queremos ante todo encontrar un ambiente de aceptación y de respeto, porque al final de cuentas este país solo saldrá adelante en la medida en que podamos entendernos, escucharnos y apoyarnos", concluyó Daniel Santos.

En los próximos meses, la Casa Apostólica Monterrey buscará obtener su registro como organización de la sociedad civil ante la Secretaría de Gobernación (Segob) con el fin de poder obtener recursos para apoyar a las comunidades vulnerables de la zona conurbada de la capital de Nuevo León.